Son muchos los sitios que requieren de grandes comedores en los que se pueda dar servicio a cantidades elevadas de comensales. Más allá de colegios y hospitales, la restauración colectiva está presente en residencias, centros penitenciarios, fábricas, refinerías, grandes eventos deportivo, congresos internacionales, etc. Sin embargo, en función de la localización y los comensales, cada comedor requiere de unas especificaciones concretas, e incluso dependiendo de la época del año las necesidades de dichos comedores pueden variar. Por este motivo, la infraestructura en la que se trabaja debe de ser lo más funcional posible, esto incluye tanto la cocina, como su equipamiento, las zonas de cuarto frío, cámaras refrigeradas y de congelación y, por supuesto, la zona de lavado. Además, es importantísimo tener en cuenta el tipo de servicio que se va a ofrecer a los comensales para dotar el comedor de los elementos que mejor faciliten dicho servicio.
Si se cuenta con una cocina y un comedor bien diseñados y adaptados a los trabajos que en ellos se va a realizar, se logra un servicio de comidas fluido y organizado. Muchas empresas de restauración colectiva han contado con los servicios de Kitchening, ya que han sabido ver la gran flexibilidad y capacidad de adaptación que ofrecen nuestros equipos de cocina y módulos configurables. Precisamente, la mayor ventaja de Kitchening consiste en que se adapta a todos los proyectos y permite dar soluciones muy concretas que, a menudo, supondrían un problema si tuviesen que realizarse de manera permanente. Gracias a Kitchening se pueden instalar cocinas y comedores provisionales para dar soluciones a picos de producción, reformas, eventos, etc.